Hoy quiero deleitaros con este rico y contundente plato que justo para estos fríos que nos están llegando, nos viene que ni pintado.
Lo primero que quiero deciros es, que estas judías son "LO MAS" ... Como su propio nombre indica, ni mas, ni menos, que Judías "DE LA ZONA DEL BARCO"...Y por si esto fuera poco, sin pasar por intermedia ros de ningún tipo.( OSEA. DIRECTAMENTE DE LA TIERRA".
Solo por eso, creo que estas judías a la hora de cocinarlas, se merecen toda una dedicación ; y tranquilidad.
De esta forma, nos quedaran suabes como la mantequilla, y sin que parezcan puré.
Por eso yo, nunca las pongo en olla.; como se ve en la foto, en una cazuela baja y amplia, y con el agua justo, para hacer el ritual de asustarlas durante tres veces.
Estos ajitos y esta zanahoria, las pasaremos al final por el colador o pasapures, para que terminen de dejarnos todo su sabor.
Justo aquí, es la primera vez que agregamos el chorro de agua fía,
Y en este paso ya por tercera vez.
Las des espumamos, y cuando comiencen a hervir de nuevo, las ponemos al uno; y las dejamos tranquilas.
Mientras tanto, con un poco de aceite de oliva; y una cebolla picadita, hacemos el refrito también muy lento.
Para que nadie proteste por la cebolla, una vez terminado, lo trituramos;y lo volcamos en las judías.
En este punto han llegado casi a su cocción; y es el momento de agregar las costillas...
No sin antes haberlas tenido cociendo a parte, para que nos suelten el exceso de grasa.
Y ya por fin, para que se unan los sabores, las ponemos junto con las judias, para que terminen juntas su andadura.
( De todos modos, al ser ibéricas, sus grasas son mas saludables; y las personas que no tengan problemas con los michelines...las pueden cocer juntas.)
Y de esta forma, vais a difrutar de un plato francamente delicioso.
INGREDIENTES:
• Para cuatro personas.
• Cuatro puñados de judías blancas.
• Medio kilo de costilla ibérica.
• Una cebolla.
• Cuatro dientes de ajo.
• Una zanahoria.
• Una hoja de laurel.
• Dos cucharadas de tomate.
• Aceite de oliva.
• Sal.
• Una cucharada de harina
• Y un poco de pimentón.
MODO DE HACERLO
Para que tengan una buena cocción, es necesario tenerlas en remojo, veinticuatro horas con un poquito de sal y agua fría.
Se ponen a cocer con el agua fría igualmente y con lo justo para cubrirlas, pues el resto se echa de tres veces, para asustarlas.
Una vez echo esto, se agregan los ajos pelados, la zanahoria en rodajas, la sal y la hoja de laurel.
Tienen que cocer muy lento para que queden enteras .
Mientras tanto, se rehoga la cebolla en una sartén muy despacio y se agrega la harina con el pimentón y el tomate, se vierte en la sartén un poquito del caldo de estas y se vuelca todo en la cazuela, hasta que terminen de cocer.
( O lo trituras para quien no le guste encontrarse con la cebolla)
Al mismo tiempo que pones las judías a cocer y en otra cazuela a parte, das un hervor a la costilla troceada y cuando haya cocido unos minutos, retiras el caldo, por que de esta forma se quita el exceso de grasa para que luego terminen de cocer con las judías.
Este plato se hace de un día para otro.