Esta sopa para mí, es la reina de
las sopas. No solamente por lo buenísima que esta; si no, por todos los
recuerdos que se encierran en Ella…
Por ese motivo siempre y cada
primavera y otoño, no puedo resistir la tentación de salir a recogerlas para retroceder a tantos años como en casa de
mis padres tuvimos la suerte de disfrutarlas; pues tengo que reconocer, que mi
madre las bordaba…” pero con mayúsculas.”
Confieso que como la mayoría de
los que disfrutamos con la comida, me encanta comer en compañía, pero en estos
momentos donde ya en muchos casos
vivimos de los recuerdos, cuando tomo esta sopa, me gusta hacerlo sola; para de
esta forma revivir aquellos sabores que nadie como mi madre supo conseguir.
Si tenéis la ocasión de recoger
esta senderina o niscalillo, no la dejéis de lado.
Este es el primer paso para comenzar la sopa mientras se calienta el agua con la sal.
Bien limpias y escurridas y listas
Con un ligero hervor, reducirán la mayor parte del agua y quedan listas para agregar a la cazuela.
Justo en este punto y después de poner los ingredientes restantes, cocerán durante unos minutos
Una vez troceado el pan, tambien lo agregamos a cocer.
Le damos el punto de sal, e incorporamos un huevo batido y dejamos que cueza otro poco.
Mientras tanto y con un cazo de agua hirviendo, procedemos a hacer los huevos poché.
Un final feliz
INGREDIENTES.
PARA CUATRO PERSONAS
Como doscientos gramos de
senderinas
Dos dientes de ajo
Cien gramos de jamón serrano
Un huevo para batir
Una puna de pimentón
Tres cucharadas de salsa de
tomate natural
Pan duro del día anterior
Aceite de oliva sal, y agua
A parte, cuatro huevos poché (uno
por persona)
MODO DE HACERLA
Primero de todo y una vez limpias
las setas, ponemos un poco de aceite en una satén (como dos cucharadas)
picamos el ajo muy menudo, troceamos el jamón, y lo rehogamos junto unos minutos,
para a continuación agregar las setas y dejar que se hagan hasta casi reducir su líquido.
Ponemos un cazo al fuego con
un litro y medio de agua,
agregamos un poco de sal, y en el mortero,
majamos otro diente de ajo, echamos el pimentón el aceite, lo movemos un
poco y agregamos un poco de agua, lo vertemos en la cazuela para que comience a hervir todo junto y mientras tanto vamos troceando el pan.
Le agregamos las setas y dejamos
que cuezan durante diez minutos.
Pasado este tiempo, agregamos el
pan, probamos de sal, agregamos el tomate, y por ultimo un huevo batido.
Dejamos que siga cociendo todo
junto; y mientras tanto hacemos los huevos poché.
Ponemos un cazo con agua a
hervir, y mientras tanto, como veis en la foto, en una taza o vaso, ponemos el
papel film, echamos una gotita de aceite
en el fondo, ponemos el huevo, con un
poco de sal y pimentón por encima de la yema, cerramos y atamos con un hilo, y
los ponemos a cocer durante cinco minutos; de forma que la clara se cuaja y la
yema queda en su punto.
Los sacamos a un plato, y una vez
templados, los quitamos el papel y una vez servida la sopa, colocamos uno en
cada cazuela.
No os podéis ni imaginar, que
plato tan sorprendente.