lunes, 23 de septiembre de 2013

¿ A QUÉ LLAMAS TU COMER BIEN ?


Creo que el concepto que tenemos sobre comer bien, suele ser bastante erróneo; ya que a simple vista, creemos que el comer bien, se basa en “comer mucho y caro”. (Nada más equivocado).
Pienso y estoy convencida; que el comer bien, se basa en comer de todo, pero  con moderación.
Para ello no hace falta que nuestro bolsillo nade en la abundancia y a la hora de hacer la compra nos tiremos a los productos más caros…
Otra cosa es que en momentos puntuales y siempre que nuestro bolsillo nos lo permita, hagamos la vista larga y digamos la frase esa de…”un día es un día...”
Pero en nuestra vida cotidiana y sobre todo  viviendo donde vivimos, creo que  gozamos de unos productos sanos, ricos y variados para el disfrute de cada día  y que al mismo tiempo nuestra dieta sea lo más  acertada y equilibrada.
El plato que hoy os presento, derrocha sencillez por los cuatro costados; pero  tiene algo muy importante y es, que  únicamente han pasado por  el frigorífico las sardinas…Así que os podéis imaginar qué placer ha sido  poder diferenciar  estos sabores.
Como siempre os digo, los productos de temporada nada tienen que ver  en el sabor, pero  si encima tienes un familiar o amigo que te los brinda de su propia cosecha. Ya ni te cuento.
Pues eso es justo lo que a mi me ha pasado con este plato combinado. Y como decía una persona a la que yo quise muchísimo,   “este plato es para comerle solo y en silencio”.
Y si nos ponemos a echar cuentas…. (Bueno, bonito y barato).
Así pues con unos tomates en su punto un poquito de aceite de oliva  y una cebolla troceada, hacemos la salsa  a fuego moderado con un puntito de sal y azúcar para matar su acidez.
Mientras tanto y en una sartén con un poco de aceite, troceamos en tiras los pimientos y poniendo una tapa encima para evitar que salpiquen, vamos friéndolos para después una vez atemperados quitarles las pieles.
Y por ultimo con abundante aceite de oliva, freímos el huevo y las sardinas enharinadas.
Imaginaros que plato más completo de vitaminas, proteínas y con el broche de” omega tres…”de las sardinas.
(Pues a esto le llamo yo comer bien.)


Simplemente con este color y textura, puedes apreciar cómo estaba la salsa.



Una vez troceados y en tiras, nos disponemos a freír 



 Y después de atemperados, los quitamos la piel y nos disponemos a emplatar.


 Y con el resto de ingredientes, montamos este delicioso y rico plato.



La yema de huevo debe quedar temblorosa para que se vierta entre los pimientos; y con un trocito de pan...  "Guau...qué rico."


jueves, 12 de septiembre de 2013

BOQUERONES EN ESCABECHE

Hoy os dejo una de las recetas mas consumidas en cualquier hogar sobre todo en estos meses de su pleno esplendor y que tan apropiados son para cualquier momento del día.
Como cualquier  escabechado, creo que es un buen fondo de nevera que siempre viene bien tenerlo ahí. 
Su preparación no puede ser mas sencilla y soy consciente de que no estoy descubriendo  nada nuevo; pero si un entrante rico y socorrido para cualquier época del año.




Limpiamos de escamas y espinas




Lavamos y escurrimos






 Separamos los lomos y secamos con papel de cocina




Seguidamente las disponemos en una bandeja protegidos con el papel de cocina y congelamos unas horas.




Y finalmente escabechamos
 


INGREDIENTES
Boquerones
Vinagre
Ajo y perejil
Aceite de oliva
Sal y agua.

En este caso no pongo cantidades, por que depende de la cantidad de boquerones que vayamos a hacer; pero lo que si os digo, que suele ser tres cuartas partes de vinagre, por una de agua. Luego tambien depende de lo fuerte que sea el vinagre y de lo fuertes que nos gusten.

MODO DE HACERLO

Primero y muy importante, una vez limpios los boquerones, los quitamos la espina central y los ponemos en un colador al grifo del agua fría para que se limpien bien.
Seguidamente los ponemos en papel de cocina, para que queden bien escurridos, y a continuación los ponemos en una bandeja y los llevamos al congelador, durante unas horas para evitar el Anisaki.
Al  cabo de ese tiempo, los descongelamos, y colocandolos en un taper, los cubrimos con las tres cuartas partes de vinagre y una de agua, después de haber echado la sal necesaria en el liquido.
Lo dejamos durante un tiempo en la nevera, hasta que ya estén blanquecinos.
En ese momento, los sacamos, y de nuevo los ponemos en el escurridor al grifo un poquito.
Hacemos un majado de ajo y perejil  muy picadito, y lo vamos echando por igual,  para finalizar con el aceite de oliva .
Es conveniente hacerlos de un día para otro, para que tomen bien el sabor .